lunes, 9 de agosto de 2010

La disfuncionalidad, etapa previa a la estructuración

Antes que un yeso se endurezca, pasa por una etapa en que las partes del mismo se van uniendo hasta que éste adquiere la dureza al cual todos conocemos, dicha dureza se torna irreversible para separar las partes, a lo sumo que rompamos el yeso. Lo mismo sucede con los síntomas que preceden a una enfermedad ya consolidada, con nombre y apellido, y que se posiciono como irreversible.
Estos síntomas, a los que llamo "reversibles", dis-funcionales, evidencian de alguna manera un mal funcionamiento del organismo en su totalidad, pero en forma "variable, ondulante, particular", la mayoría de las veces manifestada en forma de sensaciones: ardor, de frío, adormecimientos, hormigueos, sudoraciones, espasmos, levitación, caminar en algodon, burbujeo, alargamiento, acortamiento, o hinchazón, respondiendo a desencadenantes ya sea emotivos, ya sea ambientales, o generales como el dormir, el comer, o por alimentos, por ejemplo: sensaciones de ardor en la cara por enojo, o por comer dulces, o por un cambio de clima; burbujeo en la espalda por enfriamiento; transpiración de cara mientras come; sensación de alargamiento de los brazos o pies en un ataque de pánico; sensación de enloquecimiento en la coronilla de la cabeza (vertex), rubor en cara con hipertension arterial por disgustos, contrariedades, etc, etc. Estos síntomas marcan el mal funcionamiento del organismo en su totalidad, que pueda o no tener relación directa con la localización del proceso mórbido (gastritis, cefalea, HTA, ciatalgia), pero que de esta manera o modalidad, o "tendencia", termina estructurando una lesión, que en dicha etapa es irreversible la curación, a lo sumo que rompamos el "yeso", o sea que saquemos el órgano afecto (cirujias, radioterapia, quimioterapia, etc).
Entendamos una cosa: una lesión bien constituida, bien estructurada, como lo es una fibrosis, una necrosis, un tumor, un cáncer, incapacita al órgano que afecta y lo lleva a la irreversibilidad, previo paso a esa estructuración, es la etapa de la dis-funcionalidad, a la cual mencione y explique. Cada paciente sabe que agrava su dolencia, en que horarios se presenta, ya que es ondulante, reversible, respondiendo a esa causa o desencadenante, que con el tiempo pierde esa cualidad recurrente, ondulatoria, y se hace constante, a toda hora: eso implica irreversibilidad.
La Homeopatia hace un diagnositico del enfermo, tomándolo en su totalidad, contempla esas sensaciones, porque son particulares a cada paciente, tratamos enfermos no enfermedades, en ese tiempo o etapa previa a la irreversibilidad del proceso mórbido, quitando la tendencia a enfermarse, y de esa manera evitando lo irreversible, la estructuración mórbida.

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